Enriqueta Tato (30) es jugadora de futsal de Racing Club de Avellaneda. Se desempeña como pivote. En sus épocas de cancha grande (11) siempre jugó de 9. Habla de su vida, de su relación con el deporte y del fútbol femenino en Argentina

Queta, como le dicen sus amigas y compañeras, es profesora de Educación física. Nació en la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, en un barrio muy tranquilo donde casi no pasan autos. “Eso me permitió jugar en la calle todo el día y entre mis juegos cotidianos estaba el fútbol. Tengo un hermano más grande y la pelota –que era de él porque a mí no me la compraban- siempre estaba ahí. Desde que tengo uso de razón jugué al fútbol en el barrio”, recuerda Queta.

Años más tarde el fútbol en la calle se trasladó al Club de Remo de Azul. Si bien no había escuela de fútbol femenino, el profesor de los chicos tenía dos hijas que jugaban a la pelota “entonces tuvimos la suerte de tener las puertas abiertas y poder participar de la actividad con los varones”, dice Queta. Cuando finalizó la secundaria su destino fue Buenos Aires para estudiar y allí también continuó practicando su deporte favorito. En 2005 comenzó con el futsal, algo nuevo para ella, y lo hizo de manera competitiva en Boca.

Luego de un tiempo en el club xeneize, integró el equipo de futsal de Huracán donde estuvo alrededor de dos años. “Paralelo a eso me fui a jugar a Platense en cancha de 11. No tenía experiencia en superficies grandes, si bien había jugado en pasto en mi ciudad las canchas eran mucho más chicas”. Tras su paso por el Globo, desembarcó en San Lorenzo donde jugó ambas disciplinas: futsal y fútbol 11.

Llegó el turno del millonario -cancha de 11- “pero jugué muy poco en River porque se me complicaba el entrenamiento con mi trabajo, que es lo que les sucede a muchas. Así que tuve que dejar y estuve un año sin jugar hasta que en el 2013 empecé en Racing donde sigo actualmente. Es un club que quiero un montón, tengo un grupo espectacular de compañeras. Hemos estado varias veces cerca de salir campeonas y aun no se nos dio”. En Racing entrena entre tres y cuatro veces por semana, dos horas y media por jornada. “Hay un cuerpo técnico excelente y se entrena muy bien. Dentro de las posibilidades que se dan en Buenos Aires es un lugar muy bueno”, señala la pivote del club de Avellaneda.

Racing participa en el torneo de futsal femenino de Primera División de AFA y la pregunta inevitable tiene que ver con la situación actual de la Asociación del Fútbol Argentino. “La situación del futsal es bastante difícil. Si la actividad más importante para la AFA es un desorden y una incertidumbre, de ahí para abajo todo es peor. Hay muy poca gente que quiere hacer las cosas bien. Sin tener nada a favor, el futsal masculino salió campeón del mundo y eso tiene que ser algo positivo para que empiecen a cambiar las cosas y también para el futsal femenino, por supuesto”, destaca Queta.

En noviembre próximo se disputará el Mundial Femenino de Futsal en Catalunya, España. El equipo argentino jugará un cuadrangular sudamericano en busca de una plaza, del 10 al 12 de marzo en Brasil. Le preguntamos a Queta sobre las posibilidades de clasificación del conjunto nacional. “Considerando que la preparación no es buena -siempre se hace sobre la hora- las chances son muy pocas en comparación con otros países que están haciendo las cosas bastante ordenadas. Argentina tiene jugadoras de muy buen nivel, lo que pasa es que no se hace nada para que eso crezca. Estamos en un país donde una jugadora no puede vivir del deporte, tiene que trabajar, acostarse tarde, comer mal, dormir mal. Si vos comparás eso con la vida de una persona que es profesional, una jugadora local no tiene manera de estar a la altura. Pese a todo eso hay posibilidades, por supuesto, pero es muy difícil”.

A nivel general, para la jugadora de Racing el fútbol femenino está avanzando mucho. “Acorde a lo que cada país aporta a la actividad. Ves jugadoras de Estados Unidos y son como jugadores profesionales de acá, en su país cuentan con todo lo que tienen que tener. Incluso otros países americanos crecen también pero no es el caso de Argentina”.

Lo que más destaca de su carrera como futbolista es haber jugado, conocido técnicos y profesores que le enseñaron mucho. Con este deporte tuvo la posibilidad de viajar, de conocer otros lugares y de competir fuera de Buenos Aires. “Mis desafíos siempre fueron mejorar y estar físicamente bien para poder jugar”, concluye Queta.

Colaboró con esta nota: Sol Trucco

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