Belén (22) y Soledad (17), trabajan en la parte de comunicación de «La Garganta Poderosa» y nos cuentan como es la historia de esta organización que fomenta la inclusión y el respeto en barrios de bajos recursos a través del fútbol.

La Garganta es una organización que no solo da ‘fútbol popular’ sino que también trabaja para generar dentro de las villas, igualdad de condiciones y, en este caso, intentan generar inclusión entre los jóvenes desde el deporte. Este proyecto empezó en Zabaleta con voluntarios que organizaron entrenamientos con los chicos y chicas y, al tener contacto con ellos, se dieron cuenta de que no alcanzaba solo con entrenarlos, porque, al ir a su casa tenían una vida totalmente diferente. Y fue así que optaron por intentar generar un vínculo emocional por medio del fútbol.

En el ‘fútbol popular’ no hay un árbitro. Se incita a los chicos a que pongan sus propias reglas con la única condición de que los partidos sean mixtos. Y ellos determinaron reglas como: el gol de la mujer vale doble, con que lograron que los chicos acepten e incluyan a las mujeres en el juego ya que les pasaban más la pelota, las elegían al momento de formar el equipo, etc.

De los 80 alumnos que participan, 35 son mujeres. Muchas de ellas tienen el mismo nivel que los hombres. La mayoría de las chicas son menores y se nota que se terminó el cuento de que «las chicas no pueden jugar al fútbol«. El barrio también cuenta con torneos de femenino.

«Hay chicas que juegan tan bien, que para algunos chicos la regla de que el gol de la mujer vale doble es injusta y se quejan«, cuentan nuestras voceras.

«Los primeros días no sabíamos muy bien que teníamos que hacer o como comunicarnos con los chicos. Y hoy, nadie puede separarnos de ellos. La primera vez que se acercan y te dicen ‘¿y profe? ¿cuándo se entrena?’ ya le empezás a tomar cariño. A ellos les das una pelota y pueden estar hasta las cinco de la mañana jugando» cierran con alegría Belén y Soledad.

Colaboró con esta nota: Romina Navarro.

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